viernes, 11 de diciembre de 2009

Alerte aux magnétoscopes !


Ya sé, ya sé que apenas actualizo el blog -apenas: nada. El caso es que estoy liado con el trabajo, que a veces depara noticias de rabiosa actualidad sobre los derechos de autor y la preocupación de productores y demás "agentes" de la creación y etc etc por la posibilidad de copiar sus contenidos y bla bla bla, como todos ya sabemos. 30 años de lo mismo, y el miedo en el cuerpo.

Esta noticia es de 1979, de la que da cuenta la colección francesa Les fabuleuses années 60-70, y aquí la dejo como adelanto a su aparición en el marchand de journeaux:
Selon une enquête menée par Pierre Serval et publiée le 17 mars dans le magazine Télé 7 Jours, la vente des magnétoscopes au grand public a pour effet de favoriser les copies illégales des émissions ou des films à la télévision. Il apparaît même que certains petits malins sont déjà parvenus à se procurer la copie de films non encore présentés en salles, dont ils assurent la diffusion « sous le manteau ». Cette pratique constitue un grave manque à gagner pour les producteurs de films. Des tribunaux ont déjà été saisis par quelques grandes compagnies, dont Universal, mais les juges n’ont pu que constater qu’il y avait en la matière un vide juridique.

miércoles, 22 de julio de 2009

«Penguin by Design»


El fabuloso Penguin by Design comienza con el capítulo "Establishing Paperback Publishing. 1935-46", y dice así:
[...]the books needed to look attractive in order to encourage shops to display them to advantage, they must be sold beyond the traditional outlets such as bookshops, and, to keep the projected price at 6d (2 1/2p: the price, often quoted, of ten cigarettes), the sales of each title must be large because the profit margin would be so small. They calculated that 17,000 copies of every title would need to be sold before any money was made.
Pues bien, me imagino a los pioneros hermanos Lane hablando de este sucinto plan de negocio a posibles socios e inversores, y los ojos desorbitados de éstos; claro que muchos de esos ojos luego habrán pasado horas disfrutando de la idea de los Lane ya en impreso y encuadernado.

Así como hoy en día hay otros formatos pioneros (en España, en los países anglosajones, no tanto) y otras formas nuevas de hacer las cosas, y ya no son necesarias tiradas tan mastodónticas, además de otros muchos condicionantes, ¿de quiénes son los ojos que hoy se desorbitan ante ideas pioneras?

En fin, a ver si otro día escribo sobre impresión/distribución bajo demanda, mi amigo John y mis pruebas con Lightning Source, lo poco que sé de los Wikilibros y todo lo que vaya escuchando y comprendiendo sobre nuevos negocios y productos editoriales para mozos y mozas.

Phil Baines, Penguin by Design, Londres, Allen Lane-Penguin Books, 2005. Volveré sobre él, sin duda.

miércoles, 17 de junio de 2009

Haroldo de Campos, «Hambre de forma» - Veintisiete Letras



Veintisiete Letras acaba de publicar hace unas semanas Hambre de forma, una espléndida antología bilingüe del poeta brasileño Haroldo de Campos. Mi amigo Recaredo me la ofreció para hacer una reseña en OtroLunes y el resultado lo podéis encontrar aquí.

¡Enhorabuena por la fenomenal edición!

miércoles, 22 de abril de 2009

Diseño de cubiertas: recurrencia y repetición

Veo en la página web de Nórdica la aparición de Mujeres de los fiordos, una antología de relatos de escritoras noruegas contemporáneas. Para ilustrar la cubierta han elegido la Joven leyendo de Gustav Adolph Hennig, una imagen evocadora tanto de la lectura como de la femineidad, entre otras muchas.
Nada más verla me digo: Una historia de la lectura de Alberto Manguel. Y supongo que son muchos más los libros publicados en España han utilizado este óleo en los últimos años.

Eso sí, o en Nórdica no conocían la edición del libro de Manguel, o no les ha importado, o han decidido corregir el error de la versión de Alianza, en la que el cuadro está al revés. O bien me estoy equivocando y es otra versión del cuadro, pero no lo creo.

En todo caso, no es éste el único ejemplo de cubiertas idénticas o con el mismo motivo, que puede puede producir un efecto déjà vu en la librería. (¿Cuántos libros han utilizado la Stryge de Notre-Dame fotografiada por Charles Nègre? Y cuántos ejemplos más.)

Ay, con la de posibilidades que tiene una cubierta... Y si además es una antología... Y de escritoras noruegas.

Por lo demás, como me gusta mucho el catálogo de Nórdica Libros, os dejo una recomendación para regalar mañana: El zorro ártico, de Sjón.

Por cierto, otra de las razones por las que me gusta Nórdica es porque en sus cubiertas siempre aparece el nombre del traductor (si lo hubiere), algo que muchos editores aplauden y pocos hacen y que entiendo como un gesto de humildad y orgullo por el trabajo bien hecho.

Más aún: Nórdica incluye también, ya en su página de créditos, tanto a maquetadores como a correctores. Enhorabuena y chapeau !

Varias autoras, Mujeres de los fiordos, Madrid, Nórdica Libros, 2009.
Alberto Manguel, Una historia de la lectura, Madrid, Alianza Editorial, 2003.
Sjón, El zorro ártico (Skugga-Baldur), Madrid, Nórdica Libros, 2008.

lunes, 20 de abril de 2009

F.N. Doubleday y Rudyard Kipling: un editor de ocho años

Lunes de catarro disfrutando lo que puedo del precioso y divertidísimo Haroun and the Sea of Stories de Salman Rushdie, que tenía medio aparcado, pero no olvidado. Mientras lo paso en grande con las aventuras de Haroun y su padre (Rashid, más conocido como "the Shah of Blah") me han venido a la cabeza unas historias de animales de Rudyard Kipling que solíamos leer de pequeños, no recuerdo si en el cole, en casa, o en ninguno de estos dos sitios. Era un libro rojo, y los textos eran unas adaptaciones en inglés con ilustraciones o grabados en color. Creo recordar. Buscando, buscando, estas historias de animales se encuentran en un librito de Kipling llamado Just So Stories, que por lo que veo en las bases del ISBN, aquí han publicado no tan últimamente Akal y Valdemar, con títulos distintos (creo que prefiero el de Akal).
Pues bien, en sus memorias editoriales, F.N. Doubleday, fundador de la famosa editorial estadounidense y editor entre otros de Rudyard Kipling, además de biógrafo de Rockefeller, cuenta la siguiente anécdota que ilustra el oficio del editor, sólo que esta vez el editor es su hijo Nelson:
When Nelson was about seven or eight years old, Mr. Kipling was writing a series of Just So Stories … These tales were published in St Nicholas and were vastly interesting to Nelson.

He conceived the idea that if Mr. Kipling would write some more animal stories, the titles of which he suggested, they might be made into a book, and asked if I would mind his writing to Mr. Kipling on the subject.

I said no, whereupon he inquired if I would lend him a five-cent stamp, which he promised to repay, and wrote a long letter in his own fist, addressed to “Rudyard Kipling, Rotting Dean,” giving a list of suggestions for new stories about different animals, and adding that if he wrote these stories and they were any good, his father, he was sure, would get them put in book form and give him (Nelson) a royalty of a cent a copy.

The Just So Stories finally came out, and Nelson applied for a contract for his cent-a-copy share. This has gone on for twenty or more years, and how much he has received I have no idea, but it must certainly be several thousand dollars.
Nota: el St Nicholas es la revista infantil St Nicholas Magazine, en la que Kipling publicó varios de sus cuentos (como el Libro de la selva por entregas).

Salman Rushdie, Haroun and the Sea of Stories, Londres, Granta Books, 1991;
Rudyard Kipling, Los cuentos de así fue, Madrid, Akal, 2006;
Rudyard Kipling, Cuentos de así-fue-como, Madrid, Valdemar, "El Club Diógenes", 2002;
F.N. Doubleday, Memoirs of a Publisher, Nueva York, Doubleday & Co., 1972.

[A ver si alguna editorial se decide a echar un vistazo a las memorias de Doubleday y, con suerte, se lanza a publicarlas.]

Para cerrar el círculo, la dedicatoria en acrósticos con la que Rushdie dedica su Haroun a su hijo Zafar:
Zembla, Zenda, Xanadu:
All our dream-worlds may come true.
Fairy lands are fearsome too.
As I wander far from view
Read, and bring me home to you.

jueves, 16 de abril de 2009

Tom Maschler, «Editor»

Como ya adelantaba hace un par de meses El ojo fisgón, parece que por fin van a aparecer en español las memorias de Tom Maschler; las publicará Trama Editorial en su colección"Tipos Móviles".

Tom Maschler, famoso por su enorme talento y por su monstruoso ego, es el artífice del resurgir de Jonathan Cape y editó, entre otros muchos, a autores como Joseph Heller o Bruce Chatwin.

Para abrir boca, aquí va un breve y significativo mordisco:
Back in England I championed all the greatest writers of the age, though they were very raw talents when they came to my attention. Barnes, Amis and McEwan could barely write their own names; yet I was able to spot a speck of promise and nurture it into something more substantial, and I am very touched they recognise how much they owe to me.
Tom Maschler, Publisher, Londres, Picador, 2005:
Tom Maschler, Editor, Trama Editorial, "Tipos Móviles", ¿abril de 2009?

[Nota técnica: Google Reader no sincroniza bien (mejor dicho: no sincroniza) los blogs si el título de un post contiene cursivas, así que a usar las comillas angulares. Gracias, Silvia, por avisarme de los problemas de tu Reader.]

miércoles, 15 de abril de 2009

Metrònom Ferrater

A través del blog de José Antonio Millán me entero de la existencia de Metrònom Ferrater, un documental de Enric Juste sobre Gabriel Ferrater. No os doy más que la gran noticia por la buena pinta que tiene ya que podéis enteraros de mucho más de lo que yo diga en Metrònom Ferrater.


[Inciso al vuelo: como sé que al menos dos de mis silenciosos visitantes trabajan o han trabajado como lectores para alguna que otra editorial, os repito la referencia del libro en el que Gabriel Ferrater repasa el percal con el que le tocó bregar en sus andanzas como lector editorial: Noticias de libros, Barcelona, Península, 2000. Ni plantillas, ni estructura, ni niña que lo peine.]

[Inciso 2: hale, ya tengo imágenes en mi blog. No sé me ocurren muchas formas mejores de romper el hielo]

Recaredo Veredas: William Carlos Williams, «Viaje al amor»

Nuestro querido Recaredo aparece hoy en ABC con una crítica del Viaje al amor de William Carlos Williams.

Además de por mi amistad con Recaredo, me alegro principalmente por dos motivos: por la inteligencia con la que lee y nos cuenta lo leído, y por darse a conocer como crítico en ABC, por más que muchos ya sabemos de su buen hacer a través de su blog, y por más que no es la primera vez que leemos de él en ABC, pues ya su Pendiente apareció reseñado en el ABC Cultural (creo que por entonces no era todavía el ABCD...).

Habiendo leído su crítica un par de veces, hay unas cuantas cosas que me gustan mucho, pues son pistas que no parecen dejadas al azar o por descuido; muy personalmente me gusta que traiga a colación tanto la importancia que WCW otorgaba a "saber escuchar al ruiseñor y a los tontos" como su enfrentamiento con T.S. Eliot, que no es relleno para reforzar el carácter de WCW, sino una clave para entender su poesía, en contraposición a la manera en que Eliot lo hacía al menos en el caso de The Waste Land. [Y a partir de aquí os suelto el rollo, comenzando por su enfrentamiento con Eliot.]

James Laughlin fue el editor de WCW; y no sólo eso: James Laughlin fue el fundador de New Directions, la gran casa de la poesía en EE.UU. por decirlo de alguna manera, y editor de Henry Miller o William Saroyan, de muchos poetas latinoamericanos en EE.UU. (Huidobro, Vallejo, Paz...) y de un larguísimo dream team de las letras mundiales...

Hasta aquí el rollo para presentaros a Laughlin, que no viene al caso más que por mi interés por él.

Pues bien, en Remembering William Carlos Williams, James Laughlin incluye un extracto de una carta de WCW a Ezra Pound acerca de la poesía de Eliot:
I’m glad you like Eliot’s verse, but I’m warning you, the only reason it doesn’t smell is that it’s synthetic. Maybe I’m wrong, but I distrust that bastard more than any writer I know in the world today. He can write, granted, but it’s like walking into a church to me. I can’t do it without a bad feeling at the pit of my stomach. Nothing has been learned there since the simplicities were prevented from becoming multiform by arrested growth.. Bird’s-eye foods, suddenly frozen at fifty degrees below zero, under pressure, at perfect maturity, immediately after being picked from the can.
En palabras de James Laughlin que acompañan a las de WCW:
Bill saw Eliot as a traitor who had left his country and its culture to go over to the British. To sense the depth of Bill’s rage we must try to understand how he felt, how some other American poets felt, when The Waste Land was published in 1922 with a success that carried all before it. The literary landscape was altered overnight, obliterating, Bill felt, the importance of his own experimental work.
En cuanto a lo de "saber escuchar al ruiseñor y a los tontos", os dejo enlazado un poema de Kenneth Rexroth que lo explica en su "A Letter to William Carlos Williams".

A todo esto, ayer compré en Visor La tierra estéril, que es el título bajo el que han publicado por primera vez el poema de Eliot (sorprendentemente, no estaba en su catálogo, así que están de enhorabuena) . Pura coincidencia.

Hay otra coincidencia, no con Eliot, sino con la perspectiva de Recaredo sobre el libro de WCW: "Asume lo inevitable de la erosión y del dolor que acarrea". Junto con el libro de Eliot, también me hice con Canción de cuna y otros poemas de Auden. El prólogo de Eduardo Iriarte comienza con la misma imagen aplicada a Auden y a su poesía, tomada de palabras de Joseph Brodsky:
Auden estaba tomando unas copas rodeado de amigos como Cecil Day Lewis y su esposa, Stephen Spender y la suya, y Chester Kallman, quien fue su pareja desde 1939 hasta su muerte en 1973. Narraba alguna anécdota graciosa y todos reían a su alrededor, pero en ese momento pasó un marinero y Kallman, sin mediar palabra, salió detrás del atractivo joven. Auden mantuvo la sonrisa como si nada hubiera ocurrido, pero Spender vio que le resbalaba una única lágrima por la mejilla.
James Laughlin, Remembering William Carlos Williams, Nueva York, New Directions, 1995;
T.S. Eliot, La tierra estéril, Madrid, Visor, 2009;
W.H. Auden, Canción de cuna y otros poemas, Barcelona, Lumen, 2006.

[Lo olvidaba: ¿por qué Wiliam y no William?]

martes, 14 de abril de 2009

Sabato, Dostoyevski... y otra vez Sabato

Una de las novelas cuyo comienzo más me gusta además de la novela entera, por supuesto es El túnel de Ernesto Sabato. Tal que:
Bastará decir que soy Juan Pablo Castel, el pintor que mató a María Iribarne; supongo que el proceso está en el recuerdo de todos y que no se necesitan mayores explicaciones sobre mi persona.
Recordé este inicio leyendo durante estos días de fiesta El idiota de Dostoyevski, concretamente el siguiente pasaje ya muy avanzada la novela en el que Ippolit está leyendo su explicación, que él llama al estilo Luis XV "Après moi le déluge":
Decidí morir en Pavlovsk a la salida del sol y en el parque a fin de no incomodar a nadie de la casa. Mi "Explicación" dará cuenta suficiente de todo el caso a la policía. Los aficionados a la psicología y aquellos que lo deseen pueden sacar las conclusiones que tengan por conveniente. Quisiera, sin embargo, que se publicara mi manuscrito.
En fin, no es el comienzo de la novela, pero supongo que me vino al caso recordar el comienzo de Sabato por el tema de la muerte/asesinato y especialmente por la idea de lector que tanto Sabato como Dostoyevski no pierden de vista.

Vuelvo a Sabato, pero esta vez a Sobre héroes y tumbas, porque el comienzo de su capítulo III, titulado "Informe sobre ciegos" empieza de nuevo de forma célebre, con una anticipación inolvidable:
¿Cuándo empezó esto que ahora va a terminar con mi asesinato?
Y para cerrar la red, la "Noticia preliminar" con que comienza Sobre héroes y tumbas:
Las primeras investigaciones revelaron que el antiguo Mirador que servía de dormitorio a Alejandra fue cerrado con llave desde dentro por la propia Alejandra. Luego (aunque, lógicamente, no se puede precisar el lapso transcurrido) mató a su padre de cuatro balazos con una pistola calibre 32. Finalmente, echó nafta y prendió fuego[...]
En todo caso, Sabato señala que este texto que yo recorto pertenece a una crónica policial publicada por el diario La Razón de Buenos Aires el 28 de junio de 1955. Pese a no ser original, es un inicio espectacular.

Fiodor Dostoyevski, El idiota, Madrid, Alianza Editorial, "El Libro de Bolsillo", 1996 (p. 583);
Ernesto Sabato, El túnel, Barcelona, Seix Barral, 1986 (p.9);
Ernesto Sabato, Sobre héroes y tumbas, Seix Barral, 1985 (pp. 237; 9).

A modo de estrambote: ya que el ejemplar que tengo de El idiota es de mi hermana Marta, y al hilo del fuego de Alejandra, aquí dejo un poema de Munárriz llamado "Incendiario", que sé que le gusta mucho, como rescate ajeno por mi duradero secuestro:
De sus ocupaciones
la menos conocida
fue incendiario de naves.
Cada atraque le daba perspectivas
para nuevas escalas,
pero antes de zarpar
prendía fuego al viejo barco.
Destinos por delante
y, a su espalda,
cenizas.
Jesús Munárriz, Artes y Oficios, Madrid, Hiperión, 2002 (p. 30).

lunes, 30 de marzo de 2009

Arrebato: Andrea Navagero

Lo cuenta así Fernando Báez:

Resulta bastante excéntrico el caso del veneciano Andrea Navagero, quien idolatraba la obra del poeta romano Catulo y no pasaba un día sin leerla, sin traducirla y discutir línea por línea sus ambigüedades. Creía, como les sucede a muchos con Homero, con Shakespeare o Neruda, que toda la literatura residía en Catulo. Lo increíble es que llegó al extremo de encender todos los años en su honor una hoguera, donde quemaba, impaciente, libros con los Epigramas de Marcial; culminaba con una lectura en voz alta de los textos de su autor venerado.

Fernando Báez, Historia universal de la destrucción de libros, Barcelona, Destino, 2004 (p. 143).

domingo, 22 de marzo de 2009

¿Más barato en ebook?

Saturado de noticias redundantes y destartaladas sobre edición electrónica, kindles, bonanza [sic] del sector editorial en España y otras muchas ocurrencias de la prensa generalista, me pregunto: ¿acaso alguien ha echado un vistazo a la oferta de ebooks en las tiendas online de editoriales y librerías?
Tres grandes editoriales estadounidenses y un cadena de librerías británicas sirven de muestra reducida: Penguin USA, Random House USA y HarperCollins, y Waterstone's.
Sin aventurarme más allá de novedades, best-sellers y alguna que otra curiosidad (de Penguin, claro), por lo general la versión en ebook de una novedad tiene el mismo precio que su versión hardback, y en muchas ocasiones el precio de la versión en ebook es superior a la versión paperback en el caso de las no novedades (que vienen a ser aquellos títulos con más de ¿tres meses? de vida).
Si además se incluyen en esta cuenta los gigantescos descuentos en el precio del libro (impreso) comunes en EE.UU. y UK (entre el 20 y el 40%, normalmente), que sin embargo no se aplican en la misma proporción al ebook, no es raro que la versión impresa y sus gastos de envío salgan por el mismo precio e incluso inferior que la descarga del archivo digital del mismo título. ¿Curioso, no?
Si descuento rápidamente los costes que supone entre otros que paso por alto evitar fotomecánica e impresión, almacenaje, transporte, etcétera, de los que la edición en ebook está exenta, no me salen las cuentas de esos precios. ¿Acaso se pretende amortizar el tinglado tecnológico de la digitalización y puesta en venta de ebooks ya con los primeros títulos? ¿Acaso ocurrirá como en el paso del vinilo al cd y, de ahí, al formato itunes, donde los precios no comenzaron a bajar hasta mucho después de su aparición y en muchas ocasiones de forma ridícula?
En fin, aquí lo dejo; me voy al rastro a comer, donde de momento el soporte no tiene visos de cambiar por mucho tiempo.

martes, 17 de marzo de 2009

Jaime Gil de Biedma, «Retrato del artista en 1956»

Leyendo el maravilloso dietario de Gil de Biedma, encuentro una disparatada y plausible historia y exégesis del cubismo:
  1. Picasso vuelve de vacaciones y trae consigo unos cuadros muy buenos, distintos de todo lo que había hecho hasta entonces. Su amigo Braque pinta también unos cuadros excelentes, en la misma manera.
  2. Alguien tiene ocasión de contemplarlos, queda chocado y prorrumpe en una metáfora: ¡Esto es cubismo!
  3. Picasso y Braque insisten en esa manera y siguen produciendo cuadros excelentes. La metáfora se convierte en noción estética a la que se adscribe la pintura de ambos pintores y la de otros que empiezan a imitarlos.
  4. La metáfora empieza a segregar locuciones metafóricas de segundo grado, que sirven para describir, apreciar y comprender la pintura cubista, que es exacta, abstracta y geométrica.
  5. Los críticos investigan el pasado, y cuanto encuentran en él, si puede soportar los mismos adjetivos, queda clasificado como antecedente. La historia de la pintura, desde Piero della Francesca y Uccello hasta Cézanne, se puebla de Bautistas.
  6. El proceso de literalización de la metáfora llega a su conclusión inevitable: el cubismo es geometría.
  7. Picasso y Braque se cansan de pintar así y empiezan a pintar de otro modo. Juan Gris sigue.
  8. Muere Juan Gris. Termina el cubismo. Todo el mundo tiene ya cuarenta años. Empieza la nostalgia.
Siguen otros ocho puntos, pero los podéis leer directamente en: Jaime Gil de Biedma, Retrato del artista en 1956, Barcelona, Península, 2006 (p. 180-181), con el que Península celebra el cincuentenario de la escritura de este preciosa y deshonesta visión moral de la época.
La edición la acompañan un prólogo de José María Castellet y una carta de Gabriel Ferrater a modo de apéndice.
Queda como deuda alguna que otra errata y omisión, y especialmente el arbitrario y sorprendente sentido de la maquetación del texto y esos ominosos marcos negros de las fotos.

[Por cierto, cómo me gusta: Todo el mundo tiene ya cuarenta años. Empieza la nostalgia.]

miércoles, 4 de marzo de 2009

williampatry.blogspot.com/ Función del copyright

Leyendo sobre copyright llego a williampatry.blogspot.com, exactamente al post con que da por cerrado su blog. William Patry es por lo visto un abogado especialista en copyright que trabaja para Google.
(Inciso/anacoluto: en momentos de grave aburrimiento, podría dedicarme a rastrear el subgénero de posts que cierran blogs, morir matando.)
En cualquier caso, su razón final es la siguiente:
The Current State of Copyright Law is too depressing
This leads me to my final reason for closing the blog which is independent of the first reason: my fear that the blog was becoming too negative in tone. I regard myself as a centrist. I believe very much that in proper doses copyright is essential for certain classes of works, especially commercial movies, commercial sound recordings, and commercial books, the core copyright industries. I accept that the level of proper doses will vary from person to person and that my recommended dose may be lower (or higher) than others. But in my view, and that of my cherished brother Sir Hugh Laddie, we are well past the healthy dose stage and into the serious illness stage. Much like the U.S. economy, things are getting worse, not better. Copyright law has abandoned its reason for being: to encourage learning and the creation of new works. Instead, its principal functions now are to preserve existing failed business models, to suppress new business models and technologies, and to obtain, if possible, enormous windfall profits from activity that not only causes no harm, but which is beneficial to copyright owners. Like Humpty-Dumpty, the copyright law we used to know can never be put back together again: multilateral and trade agreements have ensured that, and quite deliberately.
Esto es sólo un extracto de uno de los (dos) motivos para su despedida. El post completo, en:
http://williampatry.blogspot.com/2008/08/end-of-blog.html

domingo, 1 de marzo de 2009

Nyssen-Markowicz... Vaché

En un pasaje de La sabiduría del editor, Hubert Nyssen, editor de Actes Sud, recuerda cómo en un arranque de fogosidad poética André Markowicz le convenció o contagió de la necesidad de volver a traducir completamente a Dostoievsky: diez mil páginas en diez años. Puro arrebatamiento.

También: una carta de Jacques Vaché a André Breton (fechada el 14 de noviembre de 1918) que leí en la introducción de Antonio Jiménez Millán a Aniceto o el panorama de Louis Aragon, en la edición de Cátedra. Las referencias al final, aquí dejo el arrebatamiento de Vaché:
Saldré de la guerra dulcemente chocho, puede que como uno de esos espléndidos tontos del pueblo (y lo deseo)... o bien... ¡qué película haría! Con automóviles locos, ¿sabes?, puentes que se derrumban, y manos mayúsculas que rampan por la pantalla hacia ¡qué documento! (...) Y además, Charlie, naturalmente, que hace un rictus, con las pupilas apacibles (...) También seré trampero, o ladrón, o buscador, o cazador, o minero, o sondeador Bar de Arizona (Whisky-Gin and Mixed?), y bellos bosques explotables, y, ¿sabes?, esos bellos pantalones de montar con pistola ametralladora... Todo eso acabará con un incendio...
Hubert Nyssen, La sabiduría del editor, Madrid, Trama Editorial, 2008.
Louis Aragon, Aniceto o el panorama, novela, Madrid, Cátedra, 1989.

viernes, 27 de febrero de 2009

Denis Johnson, "Car-Crash While Hitchhiking"

A salesman who shared his liquor and steered while sleeping... A Cherokee filled with bourbon... A VW no more than a bubble of hashish fumes, captained by a college student...
And a family from Marshalltown who head-onned and killed forever a man driving west out of Bethany, Missouri...
Así comienza el relato "Car-Crash While Hitchhiking", de Denis Johnson, publicado en 1989 en The Paris Review, y que también se encuentra en The Paris Review Book of Heartbreak, Madness, Sex, Love... y todo lo demás [la referencia completa la encontráis en el post anterior].

En todo caso, adonde quiero llegar es a la forma en que comienza un relato, una novela, un poema. Desde el Don Juan Tenorio de Zorrilla a El pez dorado de Le Clézio, hay textos que comienzan de forma exquisita, salvaje o susurrada, aplastante. Como sano practicante de la lectura a voleo, sin criterio ni intención, me divierte pasar así el rato en una librería, en la biblioteca de un amigo o en mi casa, leyendo comienzos. Después de esas primeras líneas (cuatro, seis, quizá catorce) ya viene el resto, que muchas veces ni consigo recordar, y algunas incluso olvido. Ahora también practico en internet. Inopinadamente, a veces estas lecturas degeneran en compras, terms & conditions y plazos de entrega.

Pese a que ya es común que las editoriales ofrezcan la posibilidad de leer las primeras páginas de sus novedades en sus páginas web, echo de menos poder ojear su fondo (¡vamos Penguin!, ¡vamos Anagrama!). En cualquier caso, la digitalización completa de fondos editoriales parece un proceso incuestionable, así que antes o después -y más apunta a lo primero- podremos ampliar el campo de batalla.

Y aquí la cuestión de género: si bien las cuartas de cubierta del libro impreso han servido generalmente para -entre otros contenidos críticos y biográficos, o incluso hagiográficos/pornográficos- ofrecer al posible lector (léase comprador) una sinopsis-reclamo a modo de trailer cinematográfico del texto que guardan, no parece que hayan influido mucho en el texto, o no imagino exactamente cómo, ¿influirán estas separatas digitales a modo de teaser en la escritura y edición del texto? ¿A cuántos autores no se les ocurrirá reformular, retocar o directamente escribir comienzos bastardos? ¿Cuántos textos huérfanos dejarán estos padres bastardos? No es raro que una cuarta de cubierta o un dossier de prensa o un prólogo engañe o pervierta el verdadero sentido del texto, pero no lo manipula, no interfiere en la obra. ¿Cuántos editores y agentes de olfato comercial no sugerirán/impondrán comienzos pirotécnicos, primeras páginas estratosféricas que apenas tengan algo que ver con el cuerpo de la obra? ¿Tendré -en el mejor de los casos- la oportunidad de comenzar un libro con Mario Puzo y terminarlo con Bioy Casares?

Aguardo, pues, curioso el nacimiento y expansión de una literatura descabezada, para lectores guillotinados.

[A modo de estrambote: http://plimptonproject.org/]

jueves, 26 de febrero de 2009

Bill Styron, "Letter to an Editor"

A modo de comienzo, un extracto de la correspondencia entre William Styron y los fundadores de The Paris Review, en sus albores:
The preface which you all wanted me to write, and which I wanted to write, and finally wrote, came back to me from Paris today so marvelously changed and re-worded that it seemed hardly mine. Actually, you know, it shouldn’t be mine. Prefaces are usually communal enterprises and they have a stern dull quality of group effort about them –of Manifesto, Proclamation of Aims, of “Where We Stand”– of editors huddled together in the smoke-laden, red-eyed hours of early morning, pruning and balancing syntax, juggling terms and, because each editor is an individual with different ideas, often compromising away all those careless personal words that make an individualistic statement exciting, or at least interesting.
En: The Paris Review Book of Heartbreak, Madness, Sex, Love, Betrayal, Outsiders, Intoxication, War, Whimsy, Horrors, God, Death, Dinner, Baseball, Travels, The Art of Writing, and Everything Else in the World Since 1953, Nueva York, Picador, 2003, con el que celebra los 50 añitos de revista, y que podéis encontrar aquí: http://us.macmillan.com/theparisreviewbook-1