miércoles, 15 de abril de 2009

Recaredo Veredas: William Carlos Williams, «Viaje al amor»

Nuestro querido Recaredo aparece hoy en ABC con una crítica del Viaje al amor de William Carlos Williams.

Además de por mi amistad con Recaredo, me alegro principalmente por dos motivos: por la inteligencia con la que lee y nos cuenta lo leído, y por darse a conocer como crítico en ABC, por más que muchos ya sabemos de su buen hacer a través de su blog, y por más que no es la primera vez que leemos de él en ABC, pues ya su Pendiente apareció reseñado en el ABC Cultural (creo que por entonces no era todavía el ABCD...).

Habiendo leído su crítica un par de veces, hay unas cuantas cosas que me gustan mucho, pues son pistas que no parecen dejadas al azar o por descuido; muy personalmente me gusta que traiga a colación tanto la importancia que WCW otorgaba a "saber escuchar al ruiseñor y a los tontos" como su enfrentamiento con T.S. Eliot, que no es relleno para reforzar el carácter de WCW, sino una clave para entender su poesía, en contraposición a la manera en que Eliot lo hacía al menos en el caso de The Waste Land. [Y a partir de aquí os suelto el rollo, comenzando por su enfrentamiento con Eliot.]

James Laughlin fue el editor de WCW; y no sólo eso: James Laughlin fue el fundador de New Directions, la gran casa de la poesía en EE.UU. por decirlo de alguna manera, y editor de Henry Miller o William Saroyan, de muchos poetas latinoamericanos en EE.UU. (Huidobro, Vallejo, Paz...) y de un larguísimo dream team de las letras mundiales...

Hasta aquí el rollo para presentaros a Laughlin, que no viene al caso más que por mi interés por él.

Pues bien, en Remembering William Carlos Williams, James Laughlin incluye un extracto de una carta de WCW a Ezra Pound acerca de la poesía de Eliot:
I’m glad you like Eliot’s verse, but I’m warning you, the only reason it doesn’t smell is that it’s synthetic. Maybe I’m wrong, but I distrust that bastard more than any writer I know in the world today. He can write, granted, but it’s like walking into a church to me. I can’t do it without a bad feeling at the pit of my stomach. Nothing has been learned there since the simplicities were prevented from becoming multiform by arrested growth.. Bird’s-eye foods, suddenly frozen at fifty degrees below zero, under pressure, at perfect maturity, immediately after being picked from the can.
En palabras de James Laughlin que acompañan a las de WCW:
Bill saw Eliot as a traitor who had left his country and its culture to go over to the British. To sense the depth of Bill’s rage we must try to understand how he felt, how some other American poets felt, when The Waste Land was published in 1922 with a success that carried all before it. The literary landscape was altered overnight, obliterating, Bill felt, the importance of his own experimental work.
En cuanto a lo de "saber escuchar al ruiseñor y a los tontos", os dejo enlazado un poema de Kenneth Rexroth que lo explica en su "A Letter to William Carlos Williams".

A todo esto, ayer compré en Visor La tierra estéril, que es el título bajo el que han publicado por primera vez el poema de Eliot (sorprendentemente, no estaba en su catálogo, así que están de enhorabuena) . Pura coincidencia.

Hay otra coincidencia, no con Eliot, sino con la perspectiva de Recaredo sobre el libro de WCW: "Asume lo inevitable de la erosión y del dolor que acarrea". Junto con el libro de Eliot, también me hice con Canción de cuna y otros poemas de Auden. El prólogo de Eduardo Iriarte comienza con la misma imagen aplicada a Auden y a su poesía, tomada de palabras de Joseph Brodsky:
Auden estaba tomando unas copas rodeado de amigos como Cecil Day Lewis y su esposa, Stephen Spender y la suya, y Chester Kallman, quien fue su pareja desde 1939 hasta su muerte en 1973. Narraba alguna anécdota graciosa y todos reían a su alrededor, pero en ese momento pasó un marinero y Kallman, sin mediar palabra, salió detrás del atractivo joven. Auden mantuvo la sonrisa como si nada hubiera ocurrido, pero Spender vio que le resbalaba una única lágrima por la mejilla.
James Laughlin, Remembering William Carlos Williams, Nueva York, New Directions, 1995;
T.S. Eliot, La tierra estéril, Madrid, Visor, 2009;
W.H. Auden, Canción de cuna y otros poemas, Barcelona, Lumen, 2006.

[Lo olvidaba: ¿por qué Wiliam y no William?]

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